domingo, 1 de diciembre de 2013

Palabras (o significados) que hacen daño

Os aviso de que este post puede herir sensibilidades. O provocar la risa. O el llanto. No sé. La cosa es que, cuando leí la noticia que lo inspira, las sensaciones fueron encontradas. El tema se las trae. Es gracioso, sí, y curioso, pero dice poco de la contribución de las Letras españolas (así, con mayúsculas) a la igualdad entre hombres y mujeres.

Me explico. La semana pasada -el 25 de noviembre- celebramos el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. Sobran los comentarios porque, no sólo como mujer, como persona, me horroriza cualquier tipo de violencia y, por supuesto, aquella que, lamentablemente, siguen ejerciendo a día de hoy muchos hombres sobre muchas mujeres, sin lógica, sin sentido y, desde luego, sin justificación. Supongo que como eco de un pasado profundamente machista, de sociedades patriarcales y de sometimientos y servidumbres a los que se ha visto sometido el género femenino durante demasiado tiempo.
Pero no vengo a hablar de esto. Hoy sólo vengo a comentar esa noticia a la que aludía al inicio y que se enmarcó en la conmemoración del 25 de noviembre. Quizá algunos ya tuvisteis la ocasión de leerla. Se titula "Menos sexismo en el nuevo diccionario" y fue publicada por el diario El País (aquí). Es, a grandes rasgos, un reflejo de lo que todavía -sí, en pleno año 2013- podemos encontrar en el diccionario de la RAE, acepciones y definiciones machistas y retrógradas. Ojo, tomo prestados algunos ejemplos, para que os hagáis una idea:
  • Gozar. Conocer carnalmente a una mujer.
  • Cocinilla. Hombre que se entromete en cosas, especialmente domésticas, que no son de su incumbencia.
  • Femenino. Débil, endeble.
  • Masculino. Varonil, enérgico.
  • Padre. Varón o macho que ha engendrado. / Cabeza de una descendencia, familia o pueblo. / Padre de familia: jefe de una familia aunque no tenga hijos.
  • Madre. Hembra que ha parido. / Madre de familia: mujer casada o viuda, cabeza de su casa.
¿Qué me decís?, ¿cómo os quedáis? En fin, creo que sobran los comentarios. Pero la realidad es que estas acepciones figuran a día de hoy en el Diccionario de la Real Academia Española. La buena noticia es que algunas de ellas (o todas, por favor) serán modificadas en la nueva edición que se publicará a finales de 2014.

Pero, mientras llega ese momento, ahí siguen, alentando las desigualdades y las diferencias de género en pleno siglo XXI, perpetuando estereotipos machistas que tendrían que estar más que superados. Y en un diccionario. Cuando, precisamente, entiendo que la educación juega un papel esencial a la hora de equiparar géneros. No puedo comprender que comportamientos y actitudes machistas sigan presentes en las nuevas generaciones. Algo estamos haciendo mal si sigue siendo así, y, desde luego, sólo aprendiendo desde pequeños que hombres y mujeres tenemos los mismos derechos, las mismas libertades y obligaciones, podremos conseguir algo.
No me considero especialmente feminista. Como ya escribí en otro post (aquí), ni machismo, ni sexismo ni feminismo. Sólo igualdad. Creo que es cuestión de dignidad y de justicia social.

Así que, por favor, señores de la RAE (digo señores porque la lista de mujeres en este órgano es más bien escasa, y se nota), modernícense un poco, váyanse adaptando a los nuevos tiempos. Creo que ya es hora.

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